El Lago Tulare, conocido como el "lago fantasma" de California, ha vuelto a aparecer después de más de un siglo de desaparición. Situado en el Valle de San Joaquín, este cuerpo de agua que una vez fue el mayor lago de agua dulce al oeste del río Mississippi, ahora cubre vastas áreas de tierras agrícolas, inundando más de 94,000 acres, según informa el *New York Post*.
El resurgimiento del lago se debe a las intensas tormentas invernales y al deshielo en Sierra Nevada durante 2023, que saturaron las cuencas artificiales construidas para desviar el agua, permitiendo que el lago reclamara su antiguo territorio.
Antes de su desaparición a finales del siglo XIX, el Lago Tulare tenía dimensiones colosales, con más de 160 kilómetros de largo y 48 kilómetros de ancho. Durante siglos, fue un recurso vital para la tribu indígena Tachi Yokut, que lo llamaba “Pa’ashi” y dependía de sus aguas para la pesca, la caza y otras actividades esenciales para su supervivencia.
Sin embargo, a finales de la década de 1850, el lago comenzó a ser drenado por colonos en un proceso conocido como "recuperación" de tierras. Este sistema, incentivado por la posibilidad de adquirir derechos sobre las tierras desecadas, alteró el ecosistema y desplazó a las comunidades indígenas.
“Si la gente pudiera drenar esa tierra, se les concedería la propiedad de partes de ella. Así que hubo un gran incentivo para que los colonos blancos comenzaran a hacer ese trabajo”,* explicó Vivian Underhill, investigadora de la Universidad de Northeastern.
El retorno del lago ha revitalizado un ecosistema que estaba en declive. Aves acuáticas, como patos y gansos, han vuelto a habitar la región, mientras que las ranas prosperan nuevamente en las aguas. Sin embargo, la inundación también ha generado preocupaciones ambientales significativas.
El agua ha alcanzado almacenes agrícolas que contienen fertilizantes, estiércol y cables eléctricos, lo que podría contaminar el ecosistema recién recuperado. Además, los expertos advierten que este resurgimiento podría ser temporal, siguiendo un patrón cíclico de drenajes e inundaciones que ha ocurrido al menos cinco veces desde 1890.
“Este es el quinto retorno del lago desde 1890, por lo que podría ser que esté destinado a desaparecer una vez más”,* señaló Underhill.
El regreso del Lago Tulare pone de manifiesto la compleja interacción entre la naturaleza y la actividad humana. Mientras las comunidades locales enfrentan desafíos para mitigar los daños causados por la inundación, el lago también ofrece una oportunidad para reflexionar sobre la necesidad de equilibrar el desarrollo humano con la preservación del medio ambiente.
¿Será esta la última vez que el Lago Tulare resurja de las profundidades de la historia? Solo el tiempo y los cambios climáticos determinarán el destino de este legendario lago de California.