Este miércoles, el magnate Donald Trump regresó a la Casa Blanca, tras su victoria en las elecciones del 5 de noviembre. El presidente electo de Estados Unidos se reunió con el mandatario saliente, Joe Biden, en un encuentro que simbolizó el inicio de la transición de poder, una de las tradiciones más importantes de la democracia estadounidense.
Durante la reunión en la Oficina Oval, Biden felicitó a Trump con un apretón de manos y le expresó su deseo de que la transición fuera "suave", a lo que Trump respondió agradeciendo la invitación y destacando lo agradable del momento. “Muchas gracias. La política es dura, pero hoy es un mundo muy agradable”, dijo Trump, haciendo referencia a la cordialidad del encuentro, especialmente después de la tensa transición de 2020, cuando Trump perdió las elecciones ante Biden y negó su derrota.
Trump, quien llegó a Washington acompañado del multimillonario Elon Musk, también se reunió con los republicanos de la Cámara de Representantes. Ante los legisladores, Trump expresó con una sonrisa: "Es agradable ganar", celebrando su regreso al poder después de su derrota en 2020.
Como dicta la tradición, la reunión entre el presidente saliente y el electo fue un paso necesario para garantizar un traspaso pacífico del poder, una ocasión muy distinta a la de 2020, cuando Trump no invitó a Biden a la Casa Blanca tras perder las elecciones. En contraste, esta vez Trump accedió a la invitación, marcando la primera vez en 155 años que un presidente electo no es recibido en la Casa Blanca por su predecesor.
Sin embargo, mientras las reuniones en la Oficina Oval se desarrollaron con cordialidad, el encuentro tradicional entre las primeras damas no se llevó a cabo. Jill Biden, la primera dama saliente, extendió una invitación a Melania Trump, pero esta última rechazó el encuentro. En un breve comunicado, la oficina de Melania Trump informó que no asistiría, pero deseó éxito a su esposo en su nuevo mandato. En su lugar, Jill Biden entregó una carta de felicitación a Donald Trump, dirigida a Melania.
El regreso de Trump a la Casa Blanca y el inicio de su transición al poder marca un cambio significativo en la política estadounidense, en un proceso que, aunque marcado por algunas tensiones pasadas, se ha dado en un tono de respeto institucional.