En un giro inesperado en el mundo del boxeo, Saúl "Canelo" Álvarez ha sido despojado de su título mundial de peso supermediano por la Federación Internacional de Boxeo (FIB). Esta decisión se produjo luego de que el mexicano optara por enfrentar a Édgar Berlanga en lugar de cumplir con la defensa obligatoria ante el retador oficial, William Scull.
La FIB consideró que la decisión de Canelo de no enfrentar a Scull, quien ocupaba el primer lugar en su ranking, era una violación de las reglas del organismo. Al no cumplir con su obligación, el título quedó vacante y se organizó una pelea para definir al nuevo campeón.
El sábado 19 de octubre, William Scull se enfrentó al ruso Vladimir Shishkin en una emocionante batalla que se definió por puntos. Con tarjetas de 116-113, 116-112 y 115-113 a su favor, el cubano se alzó con la victoria y se convirtió en el nuevo campeón de la FIB en la división de las 168 libras.
La pérdida del título representa un duro golpe para Canelo Álvarez, quien había logrado unificar los principales cinturones de la división y se había consolidado como uno de los mejores boxeadores del mundo. Sin embargo, esta decisión pone en evidencia la importancia de cumplir con las reglas establecidas por los organismos sancionadores.
Con la coronación de William Scull, se abre un nuevo capítulo en la división de peso supermediano. El cubano, con un récord invicto de 23 victorias y 9 nocauts, se perfila como un nuevo rival a vencer y podría convertirse en un serio contendiente para los demás campeones de la división.
Si Canelo Álvarez desea recuperar su estatus de campeón indiscutido, deberá enfrentar a Scull en una pelea de unificación. Sin embargo, esta posibilidad aún está por definirse, ya que el mexicano tiene otros compromisos contractuales y podría optar por buscar nuevos retos en otras divisiones.
