Trump desata polémica al comparar guerra entre Rusia y Ucrania con pelea de niños

Trump desata polémica al comparar guerra entre Rusia y Ucrania con pelea de niños

Durante una reunión oficial en la Oficina Oval con el canciller alemán Friedrich Merz, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, realizó declaraciones controvertidas al referirse al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, comparándolo con una pelea entre niños pequeños.

“A veces es mejor dejarlos pelear por un rato y luego separarlos”,afirmó el mandatario estadounidense, haciendo alusión directa a la guerra iniciada en 2022 tras la invasión rusa.

Trump indicó que ya había compartido esta visión con el presidente ruso Vladímir Putin en una llamada telefónica realizada días antes. La comparación ha sido interpretada como un enfoque de no intervención inmediata, una postura que contrasta fuertemente con la estrategia adoptada por gobiernos occidentales que han abogado por detener la violencia y promover el diálogo diplomático.

El presidente no descartó el uso de sanciones si el conflicto se prolonga sin avances hacia una solución. Sin embargo, añadió un matiz poco habitual al señalar que estas medidas podrían aplicarse tanto a Rusia como a Ucrania, sin ofrecer detalles sobre los criterios ni el tipo de sanciones.

“Cuando vea el momento de que esto no para… seremos muy, muy duros”,
advirtió Trump, dejando abierta la posibilidad de un endurecimiento en la política exterior.

El encuentro con Merz, un político influyente dentro de la oposición alemana, incluyó temas de cooperación bilateral, seguridad y la situación en Europa del Este. Las palabras del presidente estadounidense podrían tener repercusiones en el debate interno de Estados Unidos sobre el rol que debe asumir en conflictos internacionales, y también serán seguidas de cerca por los gobiernos involucrados y por la Unión Europea.

Las declaraciones de Trump no han pasado desapercibidas. Analistas y diplomáticos expresan preocupación por el mensaje que podría enviarse al resto del mundo: una aparente disposición de Estados Unidos a mantenerse al margen de conflictos armados en sus primeras fases, incluso si implican graves violaciones al derecho internacional.


 



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