Joe Biden, expresidente de Estados Unidos, confirmó este miércoles a través de sus redes sociales que padece cáncer de próstata con metástasis ósea, un diagnóstico grave que ha conmocionado al ámbito político estadounidense. A través de un mensaje en su cuenta de X (antes Twitter), el exmandatario, de 82 años, agradeció las muestras de apoyo y aprovechó para enviar un mensaje de unidad.
“El cáncer nos afecta a todos. Como muchos de ustedes, Jill y yo hemos aprendido que somos más fuertes en los momentos difíciles. Gracias por animarnos con amor y apoyo”, escribió Biden, acompañando su mensaje con una fotografía sonriente junto a su esposa Jill Biden y su gato.
Según su oficina personal, el diagnóstico es uno de los más severos dentro de la clasificación médica, con una puntuación de Gleason de 9 (Grupo 5), lo que indica una forma agresiva del cáncer. La enfermedad ha alcanzado una fase de metástasis ósea, lo que supone una mayor complejidad en el tratamiento.
El anuncio generó una inmediata ola de solidaridad entre líderes políticos de diversos sectores. Su sucesor, el presidente republicano Donald Trump, quien en el pasado ha cuestionado el estado de salud de Biden, publicó en su red social Truth Social:
“Le envío mis mejores deseos y, junto a Melania, deseamos una pronta y exitosa recuperación”.
El expresidente Barack Obama, con quien Biden compartió dos mandatos como vicepresidente, también reaccionó con afecto:
“Nadie ha hecho más por encontrar tratamientos innovadores para el cáncer en todas sus formas que Joe. Estoy seguro de que afrontará este desafío con la determinación y la gracia que lo caracterizan”.
La exvicepresidenta Kamala Harris, quien fuera su compañera de fórmula en 2020, expresó en Instagram que ella y su esposo están “tristes por la noticia” y que están “orando por él y su familia”.
Biden dejó la presidencia en enero de 2025, tras convertirse en el mandatario de mayor edad en ocupar el cargo. Durante su gestión (2021–2025), enfrentó frecuentes cuestionamientos sobre su salud, aunque en febrero de 2024 fue declarado médicamente apto para continuar en funciones. Sin embargo, en julio del mismo año renunció a buscar la reelección y respaldó a Harris como candidata demócrata.
Su lucha contra el cáncer no es nueva: en 2015, tras la muerte de su hijo Beau Biden a causa de un glioblastoma, impulsó el programa Cancer Moonshot, con la ambiciosa meta de reducir en un 50 % las muertes por esta enfermedad en los próximos 25 años.
El diagnóstico actual representa un nuevo capítulo en la vida del veterano político, que ha convertido su experiencia personal con el cáncer en una bandera de lucha pública. Ahora, enfrenta nuevamente la enfermedad desde otro frente: el de la experiencia propia.