La Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) informó que los esfuerzos coordinados entre las Fuerzas Armadas de México y Estados Unidos, en conjunto con autoridades civiles, han producido resultados significativos en el control fronterizo, destacando un descenso del 97% en cruces ilegales y una reducción del 70% en el aseguramiento de fentanilo en los últimos 90 días, de acuerdo con datos del Departamento de Seguridad Interna (DHS) estadounidense.
En un comunicado oficial, la SEDENA señaló que estos logros fueron discutidos en una videollamada entre el titular mexicano de Defensa, General Ricardo Trevilla Trejo, y el comandante del Comando Norte de EE.UU., Gregory M. Guillot, donde también se destacó un aumento del 59% en las incautaciones de municiones y piezas de armas en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Durante la conversación, ambas partes reafirmaron el compromiso de fortalecer los programas de adiestramiento militar e intercambio académico, vigentes desde 2016, que priorizan el respeto mutuo a la soberanía y el intercambio de experiencias tácticas.
En paralelo, la presidenta Claudia Sheinbaum exigió al gobierno de Donald Trump una explicación formal sobre la nueva base militar que será instalada en la frontera, luego de que el mandatario estadounidense autorizara al Ejército de su país a tomar control de terrenos federales en la zona limítrofe como parte de su política migratoria reforzada.
“México ya envió una nota diplomática solicitando detalles sobre esta decisión”, dijo Sheinbaum durante su conferencia matutina. La presidenta también recordó que el despliegue de 10 mil agentes de la Guardia Nacional mexicana en la frontera fue parte de un acuerdo previo para evitar la imposición de aranceles del 25% a las exportaciones mexicanas.
Aunque Trump congeló temporalmente esa sanción comercial en marzo, volvió a amenazar con castigar a México y Canadá por supuestamente no hacer lo suficiente contra la migración irregular y el tráfico de drogas, en especial fentanilo, en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
La creciente presión estadounidense y el endurecimiento de las medidas fronterizas ocurren en un clima político y electoral tenso, mientras ambos países buscan equilibrar su cooperación en seguridad con el respeto a la soberanía nacional.