El gobierno de la República Popular China advirtió sobre los posibles riesgos para la seguridad nacional derivados del crecimiento de la economía de baja altitud, un sector en expansión que abarca el uso de drones y aeronaves ligeras.
A través de un comunicado en su cuenta oficial de Wechat, el Ministerio de Seguridad destacó la necesidad de reforzar la regulación y el monitoreo de estas tecnologías, subrayando que su desarrollo implica riesgos de manipulación de datos sensibles y posibles usos en vigilancia encubierta.
La economía de baja altitud se refiere a las actividades comerciales y tecnológicas que ocurren en el espacio aéreo por debajo de los mil metros de altitud. Incluye desde el transporte de mercancías hasta el monitoreo agrícola y la vigilancia urbana.
Las autoridades chinas señalaron que este sector genera datos estratégicos que deben protegerse contra accesos no autorizados. También alertaron sobre la capacidad de los drones para realizar espionaje encubierto en zonas sensibles, dada su capacidad de operar con materiales no metálicos y tecnología avanzada de cámaras.
Ante estos riesgos, el gobierno de Pekín ha integrado la economía de baja altitud en su planificación económica y ha creado una división dentro de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma para su supervisión. Este sector es considerado estratégico junto con la inversión extranjera, la economía privada, el empleo y la defensa nacional.
El Ministerio de Seguridad reiteró que China se encuentra en un proceso de reforma de la aviación y gestión del tráfico aéreo, con el objetivo de garantizar un desarrollo seguro y sostenible del sector hacia 2025.
Además, el organismo instó a la ciudadanía a ser cautelosa con posibles intentos de espionaje, evitando compartir datos confidenciales con fuentes extranjeras o caer en ofertas laborales sospechosas.