Un descubrimiento histórico ha salido a la luz en un monasterio de Egio, Grecia, donde arqueólogos han encontrado un retrato de Constantino XI Paleólogo, el último emperador del Imperio Romano de Oriente. Según informó el Ministerio de Cultura griego, el retrato, oculto bajo capas de pintura en un mural, habría sido realizado con el propio monarca como modelo.
La imagen, que data de mediados del siglo XV, muestra al emperador portando las insignias imperiales: una corona adornada con piedras preciosas, un cetro en forma de cruz y un manto púrpura bordado en oro. Este último detalle incluye medallas con águilas bicéfalas, símbolo de la dinastía Paleólogo, la última en gobernar el Imperio Bizantino.
Los expertos destacan que este hallazgo no es un retrato idealizado, como era común en la época, sino una representación fiel de los rasgos de Constantino XI. El rostro del emperador, maduro y delgado, refleja una serenidad que contrasta con los tiempos turbulentos que enfrentó como líder.
“El retrato no solo nos acerca a la figura histórica de Constantino XI, sino que lo humaniza al mostrarnos a un hombre terrenal en lugar de un símbolo idealizado de poder”, señalaron los investigadores.
Constantino XI Paleólogo fue coronado emperador el 6 de enero de 1449 y gobernó hasta su muerte el 29 de mayo de 1453, fecha que marcó la caída de Constantinopla a manos del Imperio Otomano. Este evento puso fin al milenario Imperio Bizantino, dejando un legado cultural y político imborrable.
El retrato, que destaca por su calidad artística y su valor histórico, brinda una visión única de los últimos años del Imperio Bizantino. Los arqueólogos continúan los trabajos de restauración en el monasterio, con la esperanza de descubrir más detalles sobre esta representación y su contexto.
Este descubrimiento no solo resalta la figura de Constantino XI, sino que también aporta nuevas perspectivas sobre el arte y la cultura en los momentos finales del Imperio Romano de Oriente.