Durante años, el príncipe Harry, hijo menor del rey Carlos III y la difunta princesa Diana, ha sido conocido por su apodo. Sin embargo, en una reciente charla pública, el duque de Sussex reveló que su verdadero nombre es Henry Charles Albert David, sorprendiendo a muchos de sus seguidores que no conocían su nombre completo.
A lo largo de su vida, el príncipe ha sido referido como “Harry”, una simplificación de su nombre de nacimiento. Se dice que su madre, Diana, eligió el nombre Henry en su honor, mientras que Charles es un tributo a su padre. Los nombres Albert y David también tienen un significado histórico dentro de la familia real británica, reflejando las tradiciones de la nobleza.
Durante una videollamada con ganadores de los Premios WellChild en 2022, Harry expresó su confusión acerca de su nombre, comentando: “Mi nombre también es Henry. Pero todos me llaman Harry. No tengo idea por qué” . A pesar de esta aclaración, el duque de Sussex sigue siendo reconocido mundialmente como Harry, un apodo que ha sido adoptado con el tiempo por sus allegados y el público en general.
Curiosamente, no solo el príncipe Harry ha optado por un nombre diferente al que le dieron al nacer; su esposa, Meghan Markle, tampoco utiliza su nombre verdadero en el ámbito público. Nacida como Rachel Meghan Markle, decidió adoptar el nombre "Meghan" para su carrera como actriz y continuó usándolo tras unirse a la realeza. Este cambio refleja una tendencia común entre figuras públicas que buscan un nombre que se adapte mejor a su imagen y a la cultura en la que viven.
En medio de la distancia que ha crecido entre los Sussex y el resto de la familia real británica, la princesa Eugenia se ha mantenido como un apoyo constante para la pareja. Conocida por su perfil bajo y su habilidad para evitar escándalos, Eugenia es considerada por algunos medios como una posible figura clave para facilitar una reconciliación entre Harry, Meghan y el príncipe William.
Con estas revelaciones sobre sus nombres, tanto el príncipe Harry como Meghan Markle continúan sorprendiendo a quienes siguen su vida dentro y fuera de la realeza. Su historia, llena de curiosidades, refleja cómo las figuras reales también adaptan su identidad en un mundo moderno, mostrando que detrás de los títulos y los apodos, hay narrativas personales que merecen ser contadas.