La controversia ha vuelto a centrar la atención en Donald Trump, quien descalificó recientemente las acusaciones del periodista Bob Woodward en su nuevo libro, “War”. Según adelantos publicados por *The Washington Post*, el libro revela que, durante la crisis del coronavirus en 2020, Trump envió en secreto pruebas de COVID-19 altamente codiciadas al presidente ruso, Vladimir Putin.
Woodward narra que, en medio de la crisis sanitaria, Trump tomó la decisión de enviar estas pruebas a Putin para su uso personal, en un momento en el que los recursos de detección del virus eran escasos, especialmente fuera de los Estados Unidos. Según la narración, Putin instó a Trump a mantener el envío en secreto, advirtiendo que la revelación podría desencadenar reacciones negativas hacia el presidente estadounidense. “No quiero que le digas a nadie porque la gente se enojará contigo, no conmigo”, supuestamente le dijo Putin.
Cuatro años después de este intercambio, la relación personal entre Trump y Putin parece haber perdurado. Woodward menciona que, a inicios de 2024, mientras hacía campaña para regresar a la presidencia, Trump pidió a un asistente que se retirara para poder llevar a cabo una llamada telefónica privada con Putin. Aunque el libro no especifica de qué hablaron los polémicos líderes, fuentes indican que han tenido contacto en al menos siete ocasiones desde que Trump dejó la presidencia en 2021.
Woodward, conocido por su papel en la revelación del escándalo Watergate, describe a Trump como “el presidente más imprudente e impulsivo de la historia estadounidense”. Tras la presentación del libro, Trump no tardó en responder a las controversiales afirmaciones del autor, descalificándolo en un comunicado emitido por su equipo de campaña. Trump acusó a Woodward de ser un “hombre verdaderamente demente” y afirmó que las historias escritas por él son “inventos”, reiterando que el periodista padece el “Síndrome de Trastorno de Trump”, un término utilizado por críticos para describir una supuesta obsesión mediática hacia su figura.
Steven Cheung, director de comunicaciones de la campaña de Trump, reforzó la postura del expresidente, calificando el libro como “papel higiénico” y descalificando a Woodward como “sinvergüenza total” y “aburrido”. Cheung aseguró que Trump no ha colaborado en absoluto con Woodward, describiendo el libro como un “trabajo basura”.
Por su parte, el Kremlin confirmó que el gobierno del ex presidente Trump envió pruebas de COVID-19 a Rusia, pero desmintió las afirmaciones de que Trump haya hablado con Putin desde que dejó el cargo. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, aseguró a Reuters: “En cuanto a las llamadas, eso es mentira. No hubo llamadas y no mantuvieron llamadas telefónicas después de que Trump dejó de ser presidente”.
“WAR” se publicará el 15 de octubre, a tan solo 20 días de las elecciones del 5 de noviembre, donde Trump competirá contra la actual vicepresidenta Kamala Harris. Este escenario electoral se complica con la llegada de las controversias, mientras el expresidente intenta consolidar su base de apoyo y enfrentar las acusaciones que lo rodean.