Luigi Mangione, de 26 años, fue acusado este martes por un gran jurado de Nueva York de asesinato en primer grado por el asesinato de Brian Thompson, director ejecutivo de UnitedHealthcare, ocurrido el pasado 4 de diciembre. Este cargo, reservado para crímenes excepcionales, fue presentado por la Fiscalía bajo la acusación de que el homicidio fue perpetrado "en promoción de un acto de terrorismo".
De acuerdo con la acusación, el crimen tenía como objetivo “intimidar o coaccionar a una población civil, influir en las políticas de un gobierno mediante la intimidación y afectar a la vida humana”. Durante una conferencia de prensa, el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, subrayó que el asesinato fue premeditado y con el propósito de generar terror: “Esto no fue un asesinato ordinario”.
El acusado enfrenta once cargos en total, incluyendo dos de asesinato en segundo grado, uno de ellos como un crimen de terrorismo, además de cargos por posesión de armas e instrumentos falsificados. Si es declarado culpable, Mangione podría recibir una sentencia máxima de cadena perpetua, ya que en Nueva York no existe la pena de muerte.
Thompson fue asesinado en lo que se describe como un "disparo descarado, selectivo y premeditado" el 4 de diciembre. La Policía logró identificar a Mangione tras analizar fotografías tomadas en el hotel de Manhattan donde se hospedaba. La madre del acusado, quien había reportado su desaparición, reconoció que el crimen era algo "que podría verle haciendo", según declaraciones del fiscal Bragg.
Actualmente, Mangione se encuentra bajo custodia en Pensilvania, donde se llevará a cabo este jueves una audiencia para discutir su extradición a Nueva York. Según los fiscales, existen indicios de que podría renunciar a esta audiencia.
El caso ha generado polémica en redes sociales, donde se han observado muestras de apoyo hacia Mangione, lo que la comisaria del Departamento de Policía de Nueva York, Jessica Tisch, calificó de “espeluznante y atroz”.
“No hay heroísmo en lo que hizo Mangione”, señaló Tisch. “Fue un acto de violencia sin sentido, un crimen frío y calculado que robó una vida”.
La muerte de Brian Thompson ha conmocionado a la comunidad empresarial y ha puesto sobre la mesa el impacto de los actos de terrorismo doméstico, generando un debate sobre las motivaciones detrás de estos crímenes y las respuestas necesarias para combatirlos.