El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha decidido no asistir a la toma de posesión de la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, el próximo 1 de octubre. La noticia fue confirmada por Alexandr Schetinin, director del Departamento de América Latina del Ministerio de Exteriores ruso, quien indicó que, a pesar de su ausencia, Putin enviará un representante oficial para el evento, lo cual ya fue comunicado a las autoridades mexicanas.

Schetinin subrayó que, aunque Putin no estará presente, su emisario oficial representará a la Federación Rusa en la ceremonia, lo que destaca la importancia de las relaciones bilaterales entre Rusia y México. El Kremlin también enfatizó que la ausencia del presidente ruso no afectará los lazos entre ambos países, celebrados en un mensaje de felicitación a Sheinbaum tras su victoria electoral.

Por otro lado, la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, ha confirmado su asistencia a la ceremonia, lo que hubiera presentado un desafío diplomático si Putin hubiera estado presente. La llegada de Biden es interpretada como un compromiso continuo de Estados Unidos hacia México, y su presencia refuerza la relevancia del evento.

Se espera que al menos 16 mandatarios de América Latina asistan a la ceremonia, con confirmaciones de líderes de Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Cuba, Honduras y Guatemala. Este evento se considera un momento clave en la proyección de México en la región.

Entre las especulaciones sobre la posible visita de Putin, se ha mencionado la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) por el presunto secuestro de niños ucranianos. En relación a esto, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), aseguró que México no detendría a Putin en caso de que visitara el país, reafirmando la política de neutralidad y no intervención de México en conflictos bélicos.

La invitación extendida a Putin ha generado reacciones en Ucrania, especialmente tras la invitación también extendida a su presidente, Volodymyr Zelenski. La embajada de Ucrania en México expresó su agradecimiento, pero recordó la existencia de la orden de arresto internacional contra Putin, instando a las autoridades mexicanas a cumplir con su deber en caso de que el mandatario ruso decidiera viajar a México.

Este escenario plantea un reto diplomático para el gobierno de AMLO, que busca equilibrar las relaciones en medio de un contexto internacional complejo.