Por: Angel Cabrera

Y ahí vas
te anochece
estás del otro lado 
y de regreso
Buscando la caricia
el agua cotidiana
Tu vida temblorosa 
detrás de la ventana
Tu vida
está besando el polvo 
la habitación
la calma despeinando 
la resaca 
Haciendo con tus ojos 
fotogramas
Golpeando el pecho 
en contra de las sombras
Dejándo cicatrices al colchón
Despellejándote
Deshojándote
Quitando los estigmas 
de tus muslos
Pensando menos
Pesando más
Tus pestañas no embonan
incisten pero no embonan
Las nubes se ocultaron en su boca
El sol se quedó en sus hombros
Sus ojos se vaciaron en tus cristales
Adivinaste el sabor de su labial 
El olor de su cabello
El del aire
Sentiste los minutos de sus días
La noche sin su amante
Y antes de volverte un muerto
La bombilla reflexiona 
Y borrachas las arañas
Y los vagones de recuerdos
El deseo es el deseo
y nada más
Entonces
Una mujer amanece contigo
Sin su cuerpo
Contigo entre los dedos
sin sentarse en el desayuno
Y así es el amor:
Un niño pretendiendo 
jugar a la pelota con una piedra.