Con la llegada del calor, también llegan las molestas —y peligrosas— moscas comunes. Estos insectos, más allá de ser una simple molestia en casa, representan un riesgo real para la salud, ya que son portadores de bacterias causantes de enfermedades como la salmonela, la disentería e incluso la tuberculosis.

La Secretaría de Salud ha advertido que, durante la temporada de altas temperaturas, se incrementa la presencia de estos insectos debido a la aceleración del proceso de descomposición de alimentos y basura, lo que crea un ambiente ideal para su reproducción. Las moscas suelen alimentarse en lugares como heces, basureros y restos orgánicos, y luego pueden contaminar superficies y alimentos en los hogares.

Su ciclo reproductivo también representa un reto. Una sola mosca puede poner entre 100 y 500 huevos por puesta, y repetir el proceso varias veces durante su vida. Se estima que una sola pareja podría llegar a generar hasta 300 mil millones de crías por temporada, si las condiciones son favorables.

Ante este panorama, especialistas recomiendan medidas de prevención básicas como retirar residuos de comida inmediatamente, cerrar correctamente las bolsas de basura, mantenerlas alejadas de zonas habitadas y evitar acumulaciones de materia orgánica.

Además, existen remedios caseros efectivos como el uso de vinagre. Un método consiste en colocar vinagre en un recipiente con tapa perforada: las moscas, atraídas por el olor, entrarán pero no podrán salir.

La prevención es clave para mantener un entorno saludable y libre de plagas durante los meses más cálidos. Cuidar la higiene del hogar puede ser la diferencia entre una temporada tranquila o una exposición constante a enfermedades.