SpaceX, la empresa aeroespacial de Elon Musk, llevó a cabo este jueves el octavo vuelo de prueba del Starship, el cohete más grande y potente construido hasta la fecha. Sin embargo, poco después del lanzamiento, la compañía perdió contacto con la nave, lo que marcó otro revés en el desarrollo de este ambicioso proyecto.
A través de su cuenta en X (antes Twitter), SpaceX confirmó que la nave sufrió un “desmontaje rápido e imprevisto” durante su ascenso y que se perdió la comunicación.
“Nuestro equipo comenzó de inmediato a coordinarse con los funcionarios de seguridad para implementar respuestas de contingencia planificadas previamente”, informó la compañía.
SpaceX detalló que la pérdida del Starship ocurrió después de que la etapa superior del cohete fallara a 20 segundos de completar su ascenso. Este problema guarda similitudes con el fallo del Flight 7, ocurrido en enero, cuando una nave explotó y sus restos se dispersaron por el Caribe.
El incidente ocurrió poco después de que las dos partes de la nave se separaran con éxito y de que el Super Heavy, la primera etapa del cohete, lograra aterrizar exitosamente en su base en Texas por tercera vez.
A pesar de este revés, SpaceX ya contaba con la aprobación de la Administración Federal de Aviación (FAA) para realizar la prueba, incluso cuando la agencia aún investiga el fallido lanzamiento anterior.
Dan Huot, portavoz de comunicaciones de SpaceX, explicó en la transmisión oficial que la nave comenzó a perder motores antes de que se cortara la comunicación.
“Vimos que varios de los motores empezaban a pararse. Una vez que se pierden suficientes motores centrales, se pierde el control de la actitud. Y entonces la nave comenzó a girar y, en ese momento, perdimos contacto”, detalló Huot.
Por su parte, la ingeniera Kathy Tice agregó que, aunque el resultado no fue el esperado, SpaceX continuará analizando los datos para mejorar el diseño y rendimiento del cohete.
“Obviamente, hay mucho que analizar y vamos a hacerlo de inmediato. Tenemos mucho más que aprender sobre este vehículo”, señaló Huot.
El Starship despegó a las 18:30 hora local (23:30 GMT) desde la base de Boca Chica, Texas, cerca de la frontera con México. Este sistema de lanzamiento es fundamental para las misiones espaciales de SpaceX, incluidas las futuras misiones a la Luna y Marte en colaboración con la NASA.
Este lanzamiento ocurrió tras tres cancelaciones previas, la primera el pasado 28 de febrero y la última el lunes pasado, debido a problemas técnicos.
A pesar del contratiempo, SpaceX continuará con las pruebas, con el objetivo de perfeccionar la tecnología de su cohete insignia y acercarse a su meta de realizar vuelos espaciales de larga duración.