El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha expresado su frustración por la cantidad de deportaciones realizadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), según reportó NBC News.
Fuentes cercanas al mandatario aseguran que Trump está “enojado” por lo que considera un número insuficiente de expulsiones, lo que ha generado tensiones dentro de su gobierno.
“Lo está volviendo loco que no deporten a más gente”, reveló una fuente anónima citada por el medio.
Presión interna: Trump exige resultados inmediatos
El presidente ha transmitido su descontento a figuras clave de su administración, entre ellas:
• Tom Homan, zar de la frontera.
• Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional.
• Stephen Miller, subjefe de gabinete de la Casa Blanca.
• Caleb Vitello, director interino de ICE.
Según fuentes internas, Caleb Vitello estableció un objetivo diario de entre 1,200 y 1,400 arrestos de migrantes desde enero de este año. Sin embargo, las cifras no han alcanzado las expectativas de la Casa Blanca.
Tom Homan ha manifestado su descontento en reuniones diarias, criticando que los agentes de ICE no están cumpliendo con las metas establecidas por Trump.
En respuesta a las críticas sobre el ritmo de las deportaciones, el portavoz de la Casa Blanca, Kush Desai, defendió la postura de Trump.
“Después de cuatro años de absoluta incompetencia y negligencia por parte de la administración Biden, la administración Trump ha restablecido una aplicación sensata y un respeto por las leyes de inmigración”, afirmó.
También destacó que, desde que Trump asumió el cargo, “cientos de inmigrantes ilegales delincuentes violentos, depredadores y afiliados a pandillas” han sido detenidos y deportados.
El presidente continúa presionando para que ICE acelere las expulsiones y cumpla con su promesa de una política migratoria más estricta. Su administración enfrenta el desafío de aumentar la capacidad de detención y deportación en medio de obstáculos legales y operativos.
Con la campaña electoral en marcha, la inmigración sigue siendo uno de los temas clave en la agenda de Trump, quien busca demostrar que su enfoque es más efectivo que el de su predecesor.