Inah Canabarro, una monja brasileña de casi 117 años, ha sido reconocida oficialmente como la persona viva más longeva del mundo. El título le fue otorgado tras el fallecimiento de la japonesa Tomiko Itooka en diciembre, según confirmó la organización LongeviQuest, que documenta la vida de los supercentenarios a nivel mundial.
Nacida el 8 de junio de 1908 en una familia numerosa del sur de Brasil, aunque su sobrino sostiene que fue el 27 de mayo debido a un retraso en el registro, Inah desafió todas las probabilidades desde pequeña. Su salud frágil hacía dudar de su supervivencia, pero demostró una fortaleza que la ha acompañado toda su vida.
Desde joven, Canabarro se dedicó a la vida religiosa y trabajó como maestra, formando a generaciones de estudiantes, entre ellos João Figueiredo, último dictador militar de Brasil. También dejó un legado cultural al fundar dos bandas escolares en comunidades de la frontera entre Brasil y Uruguay.
A pesar de dos hospitalizaciones recientes, la hermana Inah vive actualmente en un hogar de ancianos en Porto Alegre, donde su sobrino la anima con mensajes de voz. Conserva un espíritu jovial, compartiendo sus pinturas de flores silvestres y recitando el Ave María con quienes la visitan.
“Soy joven, bonita y simpática, todas cualidades muy buenas y positivas que vosotros también tenéis”, asegura con una sonrisa.
Fanática del club de fútbol Inter de Porto Alegre, fundado el mismo año de su nacimiento, su habitación está decorada con los colores del equipo. Cada año, la institución celebra su cumpleaños, y en su aniversario 116, lo conmemoró junto al presidente del club. “Blanco o negro, rico o pobre, el Inter es el equipo del pueblo”, declaró entonces.
Para la hermana Inah, el secreto detrás de su longevidad es su fe católica. En un video compartido por LongeviQuest, aparece radiante, bromeando y mostrando su gratitud por la vida.
Con este reconocimiento, Inah Canabarro se convierte en un símbolo de fortaleza y dedicación, demostrando que la edad es solo un número cuando se vive con fe y pasión.