La diputada Érika Lizeth Rosales presentó una propuesta ante el Congreso de la Ciudad de México para que las emblemáticas trajineras de Xochimilco sean reconocidas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Ciudad de México. A través de esta proposición, Rosales, integrante de la asociación parlamentaria progresista de la transformación, exhorta a la Secretaría de Cultura local a tomar las medidas necesarias para emitir dicha declaratoria, resaltando el valor histórico y cultural que representan las trajineras para los capitalinos.
En su propuesta, Rosales subrayó la importancia de las trajineras como un símbolo vivo de la identidad cultural de Xochimilco, que ha sido recreado y preservado por las comunidades locales en su interacción con el entorno y la naturaleza. “Este legado cultural fortalece la identidad de la alcaldía, infundiendo un sentido de pertenencia y continuidad histórica entre sus habitantes”, comentó la diputada.
El documento de la propuesta menciona los principios de la Unesco, que establecen que las expresiones culturales transmitidas de generación en generación, y que promueven la diversidad cultural, deben protegerse para asegurar su continuidad. Rosales enfatizó que las trajineras cumplen esta función al ser protagonistas en eventos comunitarios como la Fiesta de la Flor más Bella del Ejido, que fomenta la cohesión social y fortalece los vínculos entre los habitantes de la zona.
Desde una perspectiva económica, Rosales también destacó que las trajineras son un pilar del turismo cultural en Xochimilco, atrayendo a millones de visitantes cada año y beneficiando a la economía local. Sin embargo, advirtió sobre los riesgos que enfrenta esta actividad, debido a la urbanización y la contaminación en los canales, situación que hace urgente la implementación de medidas de protección.
“La declaratoria de las trajineras de Xochimilco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Ciudad de México es una acción necesaria para preservar este símbolo de identidad y tradición, garantizando que tanto las futuras generaciones como la comunidad global puedan seguir disfrutando de este patrimonio único”, finalizó la legisladora en su proposición.