El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó suspender temporalmente las redadas migratorias en sectores estratégicos como la agricultura, hotelería y restaurantes, de acuerdo con un reporte publicado este viernes por The New York Times. La decisión responde a crecientes críticas públicas, protestas sociales y preocupaciones internas dentro del propio gobierno por el impacto político y económico de estas acciones.
Según el medio, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) recibió un correo electrónico el jueves por la tarde con instrucciones claras: “suspender todas las investigaciones y operaciones de cumplimiento de la ley en centros de trabajo” relacionados con actividades agrícolas, plantas empacadoras de carne, acuicultura, restaurantes y hoteles.
La portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, confirmó la autenticidad de la orden y subrayó que se continuará persiguiendo a “los peores delincuentes extranjeros ilegales”, en línea con la narrativa de seguridad que ha caracterizado a la administración de Trump.
Aunque no representa una suspensión total de las políticas migratorias, esta pausa marca un giro estratégico dentro del enfoque de “mano dura” que Trump ha promovido desde su regreso a la presidencia en enero. La iniciativa parece motivada, en parte, por el temor a una pérdida de apoyo electoral en estados donde la economía depende en gran medida de la mano de obra migrante, como California, Texas y Florida.
La decisión ocurre también tras manifestaciones masivas en ciudades como Los Ángeles, donde defensores de derechos humanos y líderes comunitarios denunciaron el impacto humanitario y laboral de las redadas. Además, fuentes cercanas al gobierno aseguraron que el presidente está preocupado por las posibles repercusiones negativas en las elecciones legislativas del próximo año, donde se juega el control del Congreso.
Informes anteriores indicaban que el gobierno había instruido a ICE realizar hasta 3 mil arrestos diarios, lo que intensificó las redadas en semanas recientes y desató un clima de temor en comunidades migrantes.
La pausa en los operativos podría ser temporal, pero refleja un intento de equilibrar la presión política interna con la retórica migratoria del presidente, en un contexto cada vez más tenso y electoralmente sensible.
