Este viernes, el buque escuela Cuauhtémoc de la Armada de México fue trasladado al Navy Yard, un astillero industrial en Brooklyn, donde será sometido a reparaciones tras el accidente ocurrido el pasado 13 de mayo, cuando sus tres mástiles chocaron con el puente de Brooklyn.

El operativo de traslado contó con el apoyo de la Guardia Costera de Estados Unidos y de la Alcaldía de Nueva York. La maniobra, que duró poco más de una hora, fue supervisada desde el aire por al menos tres helicópteros, debido a la magnitud y complejidad del movimiento.

El accidente dejó un saldo trágico de dos cadetes fallecidos, mientras que el resto de la tripulación fue reubicada. Al día siguiente del incidente, los cadetes que no requerían atención médica regresaron a México. Sin embargo, cerca de un centenar de marinos permanecen en Nueva York encargados de las tareas de mantenimiento y vigilancia del buque.

Tras el choque, el Cuauhtémoc fue llevado provisionalmente al muelle 63 en el oeste de Manhattan, y aunque se consideró repararlo en Long Island, finalmente se optó por el Navy Yard de Brooklyn como el lugar más adecuado para las intervenciones necesarias.

La Armada Mexicana aún no ha informado cuánto tiempo tomarán las reparaciones, pero se sabe que, durante estas tres semanas, ya se han realizado trabajos urgentes para evitar riesgos estructurales y permitir el traslado seguro del velero.

El pasado miércoles, el buque español Juan Sebastián de Elcano rindió un homenaje solemne al Cuauhtémoc y a sus cadetes caídos. En una emotiva ceremonia, en la que participó la princesa Leonor de Borbón, se destacó la hermandad naval entre México y España y el respeto por los desafíos de la vida en el mar.

El Cuauhtémoc, símbolo de la formación naval mexicana y orgullo de su Armada, enfrenta ahora un proceso de reparación que, si bien complejo, permitirá eventualmente que retome su misión como embajador flotante de México en el mundo.