Analizan propuestas rumbo a la neutralidad climática en la gestión de información

Analizan propuestas rumbo a la neutralidad climática en la gestión de información

Hasta el momento, enero de 2025 ha sido el mes más caluroso del que se tenga registro; 2024 fue el año más cálido durante mucho tiempo y se estima que de 70 a 80 por ciento de los arrecifes de coral en el mundo experimentaron blanqueamiento, en tanto que otros ecosistemas naturales están al borde del colapso.

 

El coordinador de Humanidades de la UNAM, Miguel Armando López Leyva, expresó lo anterior al inaugurar el XXI Seminario Hispano-Mexicano de Investigación en Bibliotecología y Documentación, que lleva por tema Futuro sustentable: una meta a través de la información y el conocimiento.

En este contexto indicó que las ciencias y las humanidades son necesarias para la comprensión de nuestro entorno, tanto inmediato como el que parece más alejado, sorteando estrategias de descrédito hacia el conocimiento científico y el trabajo académico en su conjunto.

Miguel Armando López recordó las cinco esferas de importancia crítica de la Agenda 2030: personas, planeta, prosperidad, paz y alianzas, de aquí que la edición del Seminario está dirigida a explorar las oportunidades y retos disciplinarios ante el futuro sustentable.

Los temas que se abordarán, continuó, son datos y medio ambiente, información y sostenibilidad, bibliotecas verdes, ciencia abierta y bibliotecas, inteligencia artificial y preservación digital sustentable, entre otros.

Al hacer uso de la palabra, Perla Olivia Rodríguez Reséndiz, directora del Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información (IIBI), recalcó que nunca en la historia de la humanidad se había producido tal cantidad de datos y tampoco existía la necesidad de resguardarlos en centros, bibliotecas y archivos digitales, repositorios y plataformas digitales.

“Tampoco nos habíamos percatado de que para preservar nuestro patrimonio digital es necesario utilizar de manera ininterrumpida energía eléctrica y agua”, apuntó.

Más aún, la obsolescencia de los equipos informáticos para la salvaguarda digital y que se desechan aproximadamente cada cinco años genera basura tecnológica con repercusiones en el medio ambiente y en las personas. La irrupción y avance de las tecnologías artificiales en la gestión, acceso y generación de información y contenidos digitales también tiene graves implicaciones y consecuencias en la huella de carbono.

Es necesario pensar el futuro desde la bibliotecología, documentación, archivología y estudios de la información en un contexto de emergencia climática, señaló Rodríguez Reséndiz.

Una meta común de la sociedad en este momento es proponer soluciones frente al mayor de los problemas que afronta la humanidad: el cambio climático que tiene efectos adversos en prácticamente todos los sectores, y en especial entre los grupos más vulnerables. En el Seminario “reflexionaremos en torno a la situación actual y propondremos alternativas creativas encaminadas a alcanzar la neutralidad climática”.

Mencionó que además de investigadores de México y de España participarán académicas y académicos de Guatemala, Puerto Rico, Costa Rica, Perú, Honduras, Argentina, Colombia, Paraguay y Ecuador.

Al hacer uso de la palabra, Ciro Murayama Rendón, director del Centro de Estudios Mexicanos UNAM-España, manifestó que el deterioro de la sustentabilidad en el planeta se ve agravado por el negacionismo hacia la evidencia científica. Y no es gratuito que surja en un momento de una ola autoritaria en el mundo. Es decir, estamos también en una coyuntura de riesgo democrático y para la convivencia civilizada.

Los centros de datos en el orbe donde se almacenan los sistemas sobre los que descansa y opera la inteligencia artificial, por ejemplo, están consumiendo dos por ciento de la energía eléctrica global. Y se espera que en 2030 esa cantidad llegue al cinco o seis por ciento.

Agustín Vivas Moreno, de la Universidad de Extremadura, España, detalló que podría decirse que la información y el conocimiento son los cimientos del futuro sustentable, y ello abre desafíos y nuevas perspectivas en el ámbito de su gestión. La información bien utilizada posibilita soluciones a las inminentes amenazas que nos sobrevienen.

La directora del Departamento de Biblioteconomía y Documentación de la Universidad Complutense de Madrid, España, María Antonia Ovalle Perandones, alertó que cada búsqueda que realizamos en internet libera al medioambiente 0.2 gramos de dióxido de carbono.

Mientras digitalizamos colecciones, promovemos repositorios y abrazamos la inteligencia artificial como soluciones “verdes”, debemos plantear si estamos realmente construyendo un futuro más sostenible o simplemente mudando nuestra huella de carbono del papel a los centros de datos. Como académicos debemos repensar nuestro camino hacia la sostenibilidad, enfatizó.

Las ponencias de esta actividad académica nos invitan a navegar por algunos interrogantes, combatir la desinformación climática con datos fiables, transformar nuestras bibliotecas en ecosistemas verdes inteligentes que equilibren tecnología y sostenibilidad, democratizar el conocimiento ambiental a través de la ciencia abierta sin multiplicar exponencialmente el consumo energético e integrar responsablemente las inteligencias artificiales en una gestión de la información verdaderamente sostenible, concluyó.

 



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