Florence Pugh ha logrado una hazaña que pocos anticipaban: convertirse en la actriz más taquillera del cine, desbancando al reconocido actor Ryan Gosling, según datos recientes publicados por Collider. El hito llega tras el exitoso estreno de Thunderbolts, la más reciente entrega del Universo Cinematográfico de Marvel, que ha recaudado 173 millones de dólares en menos de diez días de exhibición.
El ascenso meteórico de Pugh no se ha basado en una filmografía extensa, sino en la selección estratégica de proyectos de alto impacto comercial. Con apenas 20 películas en su carrera, la actriz británica ha alcanzado una recaudación global estimada en 3,500 millones de dólares, impulsada por su participación en grandes franquicias como Marvel, así como títulos destacados como Oppenheimer y Dune: Parte II.
Pugh dio sus primeros pasos en el cine independiente con Lady Macbeth (2016), aclamada por la crítica, pero fue su participación como Yelena Belova en Viuda Negra (2021) lo que catapultó su carrera. A pesar de estrenarse en plena pandemia, la cinta superó los 400 millones de dólares, consolidando su lugar como figura clave en el universo Marvel.
Con el reciente estreno de Thunderbolts, Pugh ha reforzado su estatus como estrella de blockbusters, aportando de forma decisiva a la revitalización del interés del público por el MCU. Este nuevo hito no solo confirma su poder de convocatoria, sino que también refleja el giro generacional en las preferencias de la audiencia.
En contraste, Ryan Gosling —con una sólida trayectoria de más de tres décadas y éxitos como La La Land, Blade Runner 2049 y Barbie (que recaudó 1,400 millones de dólares)— mantiene una reputación intachable en Hollywood. Sin embargo, su media de recaudación por película ha sido superada por la de Pugh, quien ha demostrado ser una apuesta comercial más rentable en menos tiempo.
Aunque Gosling sigue siendo un referente en la industria, los números evidencian una transición en el liderazgo del cine comercial, con Florence Pugh consolidándose como la nueva cara dominante de la taquilla global.