Los tumores cancerosos no son entidades aisladas, sino que interactúan con su entorno, el microambiente tumoral, lo que influye en su desarrollo y resistencia a los tratamientos, explicó la investigadora de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, Martha Robles Flores.
Durante una conferencia en el ciclo "La ciencia más allá del aula", organizado por la profesora emérita Lena Ruiz Azuara, Robles Flores detalló que el microambiente tumoral está formado por células, vasos sanguíneos y moléculas, y que las interacciones entre las células tumorales y este entorno influyen en el crecimiento, propagación y respuesta a los tratamientos.
La científica destacó que la resistencia de las células cancerosas a la terapia está relacionada con la supervivencia y selección de células troncales cancerosas, que pueden permanecer inactivas durante años y ser negativas a los tratamientos convencionales.
"Este último se trata de una condición de reposo que experimentan algunos organismos, en el cual suspenden su aumento y actividad física. Es una estrategia de supervivencia ante condiciones adversas", explicó Robles Flores.
La experta señaló que las células troncales cancerosas tienen una capacidad de autorrenovación ilimitada, son resistentes a la terapia y pueden pasar a un estado de latencia sin dividirse. "Esto ayuda a la formación de un nuevo tumor similar al primario, además de que juegan un papel crucial en la generación de rechazo al tratamiento del cáncer", alertó.
Robles Flores enfatizó que la terapia actual efectiva contra el cáncer debe considerar tanto el microambiente tumoral como la resistencia de las células cancerosas a la terapia. "El microambiente puede ser un objetivo terapéutico en el cáncer, por lo que sugirió ahondar en los estudios científicos básicos sobre las características e interacciones en la materia", concluyó.