En un golpe al narcotráfico, fuerzas armadas mexicanas incautaron cuatro toneladas de metanfetaminas en un cateo realizado en Playas de Rosarito, Baja California, a solo 25 kilómetros de la frontera con Estados Unidos. La droga estaba escondida en paquetes de alimento para perro dentro de un tráiler que, según reportes, provenía del estado de Sinaloa y tenía como destino California, EE.UU.
El decomiso se llevó a cabo en un inmueble cateado por agentes federales, donde se aseguraron 3,209 paquetes de metanfetamina, un arma, 64 cartuchos, un tractocamión y una camioneta. La operación fue resultado del trabajo conjunto de la Agencia de Investigación Criminal de la Fiscalía General de la República (FGR), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina (Semar), la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
En una acción paralela, agentes de seguridad desplegaron un dispositivo de control en la carretera México 15, a la altura del kilómetro 61, en el tramo Santa Ana-Hermosillo, Sonora. Durante la revisión de un autobús de pasajeros, descubrieron un cargamento de fentanilo y heroína escondido en el compartimento de la llanta de refacción.
El hallazgo incluyó 36 paquetes de pastillas de fentanilo azul con un peso aproximado de 18 kilogramos, así como dos paquetes de heroína que sumaban dos kilogramos. Dos hombres fueron detenidos y puestos a disposición del Ministerio Público, quien determinará su situación legal.
Este decomiso ocurre en un momento en que México enfrenta mayor presión por parte del gobierno de Donald Trump para frenar el tráfico de drogas y migrantes en la frontera. Omar García Harfuch, jefe de Seguridad del Gobierno mexicano, informó el martes que los cárteles del narcotráfico han perdido aproximadamente 53,770 millones de pesos (casi 2,600 millones de dólares) en los primeros cuatro meses de la administración de Claudia Sheinbaum, como resultado de operativos similares.
Las incautaciones de drogas como metanfetaminas, fentanilo y heroína son clave en la estrategia de seguridad, pues estas sustancias son altamente rentables para los cárteles y tienen un gran impacto en el tráfico ilegal hacia Estados Unidos.