Por su creatividad y compromiso con la innovación, profesores investigadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) han conseguido el registro de su proyecto de extractor de aceites esenciales como modelo de utilidad ante el Instituto Mexicano de Propiedad Intelectual (IMPI). Esta tecnología busca beneficiar a comunidades rurales mediante la extracción eficiente y sostenible de aceites esenciales de plantas aromáticas.
El extractor, desarrollado entre 2018 y 2021, fue diseñado para su uso en zonas rurales del semidesierto mexicano, donde las comunidades cuentan con permisos de aprovechamiento de plantas aromáticas como orégano, laurel, poleo y damiana. Este equipo no depende de gas ni electricidad para su funcionamiento, utilizando leña como fuente de energía, y tampoco requiere refrigerantes en su sistema de condensación, lo que lo hace altamente sostenible.
El proceso de extracción se realiza mediante arrastre de vapor, separando los aceites esenciales que pueden comercializarse para diversas industrias, desde la perfumería y los cosméticos hasta la medicina complementaria.
El proyecto no solo contempla la distribución del equipo, sino también capacitaciones para los ejidatarios en el uso y manejo de la tecnología, permitiéndoles operar de manera independiente. Según el profesor investigador Romeo Rojas Molina, la iniciativa tiene como objetivo fomentar la creación de pequeñas empresas y sociedades en las comunidades rurales, promoviendo su desarrollo económico.
“Esta iniciativa promueve que los pobladores de estos ejidos puedan crecer como empresas conformando pequeñas sociedades o pequeñas empresas que después la misma Comisión Nacional Forestal apoya en su crecimiento”, afirmó Rojas Molina.
El proyecto, en colaboración con la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN), la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) y la empresa MH Metal Mecánica, busca impactar de manera directa a estados como Chihuahua, Coahuila, Durango, Guanajuato, Oaxaca, Querétaro, San Luis Potosí y Nuevo León, regiones ricas en la producción de plantas aromáticas.
Para los investigadores Romeo Rojas Molina, Christian Martínez Ávila y Nancy Medina Herrera, el registro ante el IMPI representa un paso significativo para demostrar cómo las innovaciones tecnológicas desarrolladas en la universidad pueden tener una aplicación directa en el campo, beneficiando a los sectores más vulnerables.
“El desarrollo de este tipo de tecnologías demuestra que la Universidad prácticamente es punta de lanza en desarrollo de tecnologías e innovaciones”, destacó Rojas Molina.
Con esta iniciativa, el semidesierto mexicano no solo aprovecha su riqueza natural, sino que también se posiciona como un referente en la producción de aceites esenciales de alto valor, promoviendo la sostenibilidad y el crecimiento económico de las comunidades rurales.
