Con menos de un mes para la 97ª edición de los Premios de la Academia, “The Brutalist” ha tomado protagonismo como una de las grandes favoritas, con amplias posibilidades de llevarse el galardón a Mejor Película y para que su director, Brady Corbet, sea reconocido en la categoría de Mejor Director. A su vez, Adrien Brody, quien interpreta al arquitecto László Tóth, se perfila como candidato a su segundo Óscar como Mejor Actor. Sin embargo, una reciente revelación sobre el uso de inteligencia artificial (IA) en su interpretación podría cambiar la percepción de su actuación.

En una entrevista con RedSharkNews, el editor de la película, Dávid Jancsó, reveló que la IA fue utilizada para perfeccionar el acento húngaro de Brody, quien, aunque tiene raíces húngaras por parte de madre, tuvo dificultades para lograr un acento perfecto. A pesar de los esfuerzos en entrenamiento intensivo para los actores, Jancsó explicó que la IA de Respeecher fue empleada para ajustar ciertos sonidos del diálogo húngaro, con el objetivo de mejorar la autenticidad del acento sin comprometer las actuaciones de los intérpretes.

Jancsó defendió el uso de esta herramienta al argumentar que no se trataba de reemplazar las actuaciones, sino de perfeccionar detalles que no podían ser logrados de otra manera. Sin embargo, este enfoque ha generado críticas dentro de la comunidad cinematográfica, que cuestionan si la inclusión de la IA podría restar valor a la creatividad humana en una película centrada en la visión artística de un arquitecto.

El uso de IA en la película no se limita al trabajo de los actores. También fue empleada al final del filme para crear una secuencia que muestra dibujos arquitectónicos inspirados en el estilo brutalista, lo que ha generado aún más controversia. Algunos detractores consideran que esta práctica podría reducir la importancia del trabajo artesanal en el cine.

A pesar de los debates éticos, “The Brutalist” ha sido un éxito rotundo en la temporada de premios, con varios Globos de Oro y una respuesta positiva tanto de críticos como de la audiencia. A24, la distribuidora, ha respaldado fuertemente el filme, destacando su dirección meticulosa y sus impresionantes visuales, a pesar de contar con un presupuesto modesto de 10 millones de dólares.

La película, que narra las luchas personales y artísticas de Tóth, ha sido aclamada por su enfoque único y su estilo visual que resalta el brutalismo arquitectónico, un movimiento conocido por su uso del concreto y la estética minimalista. A pesar de los cuestionamientos sobre el uso de la IA, “The Brutalist” continúa destacándose como uno de los logros cinematográficos más importantes del año.