La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reveló este lunes que su gobierno se pondrá en contacto con el equipo de transición del próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para defender los derechos de los migrantes mexicanos en ese país. Este anuncio se dio horas después de que Trump informara sobre el nombramiento de Tom Homan como el nuevo "zar de la frontera". Homan, quien fue director del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) durante el primer mandato de Trump (2017-2021), implementó la polémica política de separación de familias migrantes.
Sheinbaum destacó que su gobierno siempre defenderá a los mexicanos que residen en Estados Unidos, destacando la importancia de la comunidad migrante para la economía estadounidense. "Vamos a buscar ponernos en contacto con el equipo de transición del presidente Trump previo a que entre al Gobierno. Nosotros siempre vamos a defender a las y los mexicanos que están del otro lado de la frontera, que además son necesarios para la economía de Estados Unidos", expresó durante su conferencia matutina.
La designación de Homan ha generado preocupación entre defensores de derechos humanos y activistas migratorios, debido a su implicación en la política de separación familiar durante su tiempo en ICE. Ahora, como encargado de la frontera, Homan se ocupará de las políticas migratorias que incluyen la promesa de deportaciones masivas realizadas por Trump durante su campaña electoral.
Ante estos anuncios, Sheinbaum reafirmó que el gobierno mexicano continuará defendiendo su estrategia migratoria, que ha priorizado la protección humanitaria de los migrantes y ha logrado una reducción del 76% en el flujo migratorio desde diciembre de 2024. "Tenemos datos y vamos a dar la información, pero de todas maneras es importante entrar en contacto, saber lo que están pensando y en la medida de lo posible avanzar en una coordinación", añadió.
Este enfoque por parte de Sheinbaum refleja un compromiso firme con la defensa de los migrantes mexicanos en un contexto de posibles cambios en la política migratoria estadounidense, mientras México se prepara para las posibles implicaciones de la administración de Trump.