El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, mostró su asombro ante la falta de celebraciones en México y Estados Unidos tras la captura de Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Durante una conferencia de prensa, Salazar afirmó que esta detención es un triunfo significativo en la lucha contra el narcotráfico y un reflejo de la colaboración efectiva entre ambas naciones.
Salazar destacó que, desde el 25 de julio, altos funcionarios de su país han mantenido comunicación con sus contrapartes mexicanas para compartir información relevante sobre el caso. Además, aseguró que ni el piloto ni la aeronave utilizados en la captura están vinculados con el gobierno de Estados Unidos, un punto que también fue confirmado por el secretario de Estado, Antony Blinken, y el fiscal general, Merrick Garland.
“Este operativo es un logro conjunto que amerita reconocimiento público,” afirmó Salazar, añadiendo que representa un avance en la relación bilateral en términos de seguridad. Para el embajador, la cooperación con México ha fortalecido los esfuerzos de ambos gobiernos contra el crimen organizado y debe ser vista como una victoria compartida.
El embajador también abordó la violencia registrada en Sinaloa tras las capturas, reconociendo que tanto México como Estados Unidos tienen la responsabilidad de proteger la seguridad en la región. En sus palabras, la violencia es un problema compartido, y para afrontarlo es necesaria la colaboración no solo entre gobiernos, sino también con el sector privado y la sociedad.
Salazar aprovechó la ocasión para elogiar la disposición del gobierno mexicano, particularmente de la presidenta Claudia Sheinbaum, con quien Washington ha comenzado reuniones para coordinar esfuerzos en seguridad. El embajador describió este proceso como un “nuevo comienzo” en la relación bilateral en temas de combate al crimen organizado, y afirmó que el gobierno de Estados Unidos continuará apoyando a México en esta misión compartida.