David Camacho, conocido como “David Da Vinci”, es un niño mexicano de tan solo **10 años** que ha sido catalogado como un verdadero prodigio, gracias a su notable coeficiente intelectual de **162 puntos**. Para poner su inteligencia en perspectiva, Albert Einstein tenía un CI de 160, lo que sugiere que David, originario de Querétaro, podría ser considerado más inteligente que el célebre Premio Nobel.

A pesar de su corta edad, la curiosidad de David no se limita a temas convencionales; su pasión por el conocimiento abarca diversas áreas. Sin embargo, la ciencia es una de sus grandes obsesiones. De hecho, ya ha tenido la oportunidad de visitar la **NASA**, la Agencia Nacional de Administración Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos. “Soy un aficionado a los canales de la NASA y gracias a eso supe de una convocatoria para niños (...) para visitar y entrenarse como astronauta”, compartió sobre su experiencia en la agencia espacial.

Durante su visita a la NASA por el **International Air and Space Program Jr.**, David tuvo la oportunidad de pilotar un “propio avión” y experimentar actividades como el paracaidismo, que son parte del entrenamiento para futuros astronautas. 

La madre de David, Claudia, ha relatado que comenzó a notar el talento especial de su hijo desde que tenía cuatro años. En aquel entonces, se dio cuenta de que David podía recitar de memoria las letras de **14 canciones**. “David tenía 4 años y viajábamos en el coche escuchando música; se sabía la letra de al menos 14 canciones a la perfección”, comentó en diversas entrevistas.

Además de su increíble capacidad para aprender, David habla **cuatro idiomas**, dominando el alemán y el inglés antes de ingresar a la primaria. Su versatilidad no termina ahí; toca el piano, imparte clases de francés a través de videos en **YouTube**, y educa sobre temas como la corrupción, la apreciación de la música clásica, la Revolución Mexicana y el descubrimiento de América.

Desde los seis años, David comenzó a compartir su talento en YouTube, donde lo hemos visto tocar obras de **Beethoven**, bailar el Lago de los Cisnes y comunicarse en inglés con su madre, demostrando un dominio sobresaliente del idioma.

A pesar de su excepcional inteligencia, David siente que la educación tradicional lo limita, considerándola aburrida, ya que ha absorbido todo lo que le enseñan. En su Querétaro natal, no existen instituciones adecuadas para niños con su perfil. 

Comprometido con el medio ambiente, David también participa en actividades de recolección de material reciclable para ayudar a personas en situación vulnerable. A pesar de no recibir apoyos gubernamentales, continúa su desarrollo personal y educativo.

Con una personalidad feliz y expresiva, David no duda en interactuar con reporteros y compartir sus conocimientos. Aunque a sus 10 años posee más información que muchos adultos, se refiere a sí mismo de manera humilde y reconoce que aún tiene mucho por aprender. La curiosidad científica de David fue despertada durante una clase de debate sobre si el ser humano realmente había llegado a la luna, lo que lo llevó a profundizar en temas de ciencia, tecnología y matemáticas.