La muerte del actor Matthew Perry en octubre de 2023 ha desencadenado una extensa investigación federal en Estados Unidos, en la cual están involucrados el departamento antidrogas (DEA) y los servicios postales del país. Perry fue encontrado sin vida en el jacuzzi de su residencia, y los informes forenses revelaron niveles alarmantemente altos de ketamina en su sistema, un potente anestésico.
Si bien se sabía que Perry estaba bajo una terapia con infusiones de ketamina, la cantidad detectada superó los niveles terapéuticos, lo que generó sospechas sobre las circunstancias de su muerte y cómo pudo haber obtenido la droga.
En mayo de este año, se informó que la investigación federal estaba cerca de concluir, según fuentes policiales citadas por la revista "People". Aunque no se revelaron detalles específicos, se insinuó la posibilidad de acusaciones contra varias personas.
La investigación se inició en diciembre pasado tras los resultados toxicológicos post mortem, que indicaron la presencia elevada de ketamina en el sistema de Perry. Hasta el momento, no se han presentado cargos, y será la Oficina del Fiscal de Estados Unidos la encargada de decidir si procederá legalmente en el caso.
El caso sigue siendo objeto de interés y especulación, dado el perfil público del actor y las circunstancias misteriosas que rodearon su fallecimiento.
