Por César Vargas: Monterrey se impone 0-1 en el Clásico 129 y con esto confirma su etiqueta como principal candidato al título.
Una raya viajó al minuto 68´entre el sorpresivo viento frío que acompañó al Clásico 129.
Luis Romo había encontrado libertad entre la marca de Guido Pizarro, para meter un zapato que se incrustó en el ángulo superior derecho de Nahuel Guzmán.
Los Rayados se adelantaban 1-0 a los Tigres, en un partido donde habían sido ligeramente superiores en cuanto al manejo del balón y creación ofensiva.
No perdería la ventaja el Monterrey porque saldría a relucir la sabiduría del eterno Víctor Manuel Vucetich, para manejar un partido que aún le daría sobresaltos, porque Tigres terminaría encima, pero con la misma falta de contundencia que ha sufrido en los últimos partidos, durante la era de Marco Antonio “Chima” Ruiz.
Desde la primera parte, el Monterrey tuvo las mejores oportunidades, incluido un cabezado de Rogelio Funes Mori, que, sin marca, echó a un lado, rozando la base del poste.
Para el complemento, “Chima” mandó echó la carne al asador, haciendo ingresar a Diego Lainez y a Nicolás “Diente” López. “Vuce” buscó el control del juego, con elementos como Rodrigo Aguirre, Jordi Cortizo, Omar Govea, Erick Aguirre y Sebastián Vegas.
André-Pierre Gignac estuvo de pasar a la historia por empatar la marca de “Bahía” de 11 goles en los Clásicos, y además igualar el partido, pero su cabezazo se estrelló en el travesaño, al 86´.
El Monterrey se impuso y confirmó su etiqueta de principal candidato al título en el torneo, no sólo por su productividad, sino por su oficio para manejar los partidos.
FOTO: Jorge López