El Everest sigue creciendo: La cumbre más alta del mundo se eleva centímetro a centímetro

El Everest sigue creciendo: La cumbre más alta del mundo se eleva centímetro a centímetro

El majestuoso Monte Everest, la cima más alta del planeta, no solo impresiona por su imponente altura, sino también por un fascinante fenómeno geológico: sigue creciendo año tras año. De acuerdo con recientes estudios, esta icónica montaña, ubicada en la cordillera del Himalaya, eleva su altura aproximadamente entre 0.5 y 1 centímetro cada año.

El incesante crecimiento del Everest es el resultado directo de la colisión entre dos gigantes geológicos: la placa india y la placa euroasiática. Este movimiento, que se inició hace unos 50 millones de años, permanece activo y ejerce una presión constante que empuja las rocas hacia arriba, provocando la elevación gradual de la montaña. Aunque el proceso es lento, los expertos estiman que, en millones de años, el Everest podría alcanzar alturas aún más significativas.

Además, los movimientos sísmicos en la región también influyen en la dinámica de la montaña. Eventos como el devastador terremoto de Nepal en 2015 han demostrado cómo los sismos pueden alterar la altura localmente, aunque el proceso general de elevación tiende a prevalecer.

Determinar la altura exacta del Everest es una tarea compleja. En 2020, China y Nepal realizaron una medición conjunta que estableció la altura oficial en 8,848.86 metros, resolviendo discrepancias previas. Sin embargo, factores como la acumulación de nieve, el deshielo de los glaciares y los continuos cambios geológicos dificultan las mediciones precisas. Para monitorear estos cambios, los científicos emplean tecnologías avanzadas como el GPS y radares de penetración terrestre, que han confirmado que el crecimiento del Everest es un proceso continuo, aunque imperceptible a simple vista.

El crecimiento del Everest no solo tiene relevancia geológica, sino también ambientales y culturales. El cambio climático está impactando directamente los glaciares y la capa de nieve de la montaña, lo que podría alterar su apariencia y, crucialmente, las rutas de ascenso. Para las comunidades locales, especialmente los Sherpas, el Everest es un símbolo sagrado, y su transformación genera una profunda preocupación cultural.

Para los alpinistas, el crecimiento constante de la montaña presenta nuevos desafíos, desde condiciones más impredecibles hasta la necesidad de actualizar y adaptar las rutas de escalada. Pese a estos retos, el Monte Everest sigue siendo un ícono global, atrayendo a miles de aventureros cada año que buscan conquistar su majestuosa cumbre.



Deja un comentario