James Harden, conocido como "La Barba", marcó un hito en su carrera al convertirse en el segundo máximo encestador de triples en la historia de la NBA. Durante el partido entre los Clippers de Los Ángeles y el Utah Jazz, el pasado 17 de noviembre, Harden superó los 2,973 triples registrados por Ray Allen, una leyenda del baloncesto.  

Con esta hazaña, Harden ahora solo tiene por delante a Stephen Curry, quien con 3,782 triples se mantiene como el líder indiscutible y es considerado el mejor tirador de todos los tiempos.  
 
A lo largo de su carrera, Harden ha demostrado ser uno de los jugadores más confiables desde la línea de tres puntos, consolidándose como una figura clave en la transformación del baloncesto moderno. "El juego ha evolucionado", reconoció Harden al hablar de cómo el triple ha ganado protagonismo en la estrategia de los equipos.  

"Soy uno de los chicos con más confianza en sí mismo de la liga, pero no, probablemente no alcanzaré a Steph. Y no creo que nadie lo haga honestamente. Él puede lanzar como le dé la gana", comentó el jugador.  

Aunque Harden ha sido nombrado Jugador Más Valioso (MVP) en 2018, el anillo de campeón de la NBA sigue siendo una asignatura pendiente en su brillante trayectoria.  
 
Harden y Curry comparten un vínculo especial: ambos fueron seleccionados en el Draft de la NBA de 2009, aunque sus caminos fueron distintos. Harden fue elegido en la tercera posición por Oklahoma City Thunder, mientras que Curry fue seleccionado en el séptimo puesto por Golden State Warriors.  

Mientras Curry ha redefinido el triple como una herramienta estratégica gracias a su estilo único de lanzamientos tras bloqueos y movimientos sin balón, Harden se ha consolidado como un creador de juego versátil capaz de generar sus propios tiros y liderar a sus equipos.  

La marca de Harden no solo es un testimonio de su habilidad, sino también un reflejo de cómo el juego ha cambiado. Hace una década, la cantidad de triples que intenta hoy un jugador promedio era equivalente a la de todo un equipo.  

Con esta nueva marca, Harden refuerza su legado como uno de los grandes de la NBA, mostrando que su impacto en el baloncesto trasciende las estadísticas.