La Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), hogar de más de 22 millones de personas, enfrenta una crisis hídrica severa que podría empeorar en los próximos años si no se toman medidas urgentes. Así lo advirtió Norma Elizabeth Olvera Fuentes, investigadora del Instituto de Ingeniería de la UNAM, durante su participación en el seminario *Agua para una ciudad sostenible*, organizado por el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad.
La experta subrayó que el crecimiento desmedido de la ZMVM, proyectado para convertirla en la megaciudad más grande de América para 2030, y la sobreexplotación de los recursos hídricos han llevado a un punto crítico. "Cada uno de nosotros contribuye a la crisis o a la solución", destacó Olvera Fuentes, haciendo un llamado a un cambio en los patrones de consumo y la implementación de políticas públicas eficientes.
El 66.3% del agua que abastece a la ZMVM proviene de los acuíferos subterráneos, cuya sobreexplotación ha causado hundimientos significativos, como los 14 centímetros al año que experimenta la Catedral Metropolitana y hasta 14 metros en zonas como Chalco. Esta problemática no solo afecta la infraestructura, sino que también pone en riesgo la estabilidad de edificaciones en una zona altamente sísmica.
La investigadora señaló que, aunque la ZMVM recibe agua de otras fuentes, como el Sistema Cutzamala y el Sistema Lerma, el consumo excesivo y las fugas en la red hacen que la cantidad disponible no sea suficiente. Según la Organización Mundial de la Salud, cada persona debería utilizar 100 litros de agua al día, pero en la ZMVM se consume más del doble de esa cantidad.
A medida que el cambio climático intensifica los periodos de sequía y las ondas de calor, los conflictos sociales derivados de la escasez de agua ya son una realidad, advirtió Olvera Fuentes. Frente a este panorama, la especialista instó a la población y a las autoridades a actuar de manera conjunta, con base en la ciencia, para evitar el colapso hídrico en una de las ciudades más vulnerables del mundo.
