Matías, un niño de cuatro años que había sufrido diarreas severas durante los últimos dos años, recibió un trasplante de células madre donadas por su padre, Édgar Alonso, salvando así su vida. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) dio a conocer esta conmovedora historia, cuya operación se llevó a cabo en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Especialidades No. 25.

Tras el trasplante, la madre de Matías permaneció en aislamiento con su hijo durante más de un mes, bajo el estricto cuidado de médicos y enfermeras. Actualmente, “Mati”, como cariñosamente lo llaman, continúa bajo la supervisión de especialistas en Pediatría, Inmunología y Hematología Pediátrica de Trasplantes, quienes monitorean su recuperación y pronóstico de salud.

La doctora María Guadalupe González Villarreal, pediatra y trasplantóloga del hospital, explicó que enfermedades como la de Matías son usualmente tratadas con células madre obtenidas de cordones umbilicales. Sin embargo, debido a la escasez y problemas de incompatibilidad, estas opciones no siempre son viables. Por ello, la clínica 25 implementa un protocolo de trasplantes haploidénticos, utilizando células de padres o hermanos que ofrecen una compatibilidad del 50 al 90 por ciento.

Desde el 2001, la UMAE No. 25 ha realizado 196 trasplantes de células hematopoyéticas, beneficiando a niñas y niños con enfermedades graves. Este procedimiento es un testimonio del compromiso y la dedicación del personal médico del IMSS para salvar vidas y mejorar la calidad de vida de los pequeños pacientes y sus familias.