Un juez del Estado de México ordenó prisión preventiva oficiosa para Antonio Cabrera Cabrera, sacerdote perteneciente a la congregación Legionarios de Cristo, quien fue detenido el pasado miércoles en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). La aprehensión se dio tras su arribo en un vuelo procedente de Madrid, como parte de un proceso judicial por el presunto abuso sexual reiterado de un menor de edad desde el año 2004.
Durante la audiencia realizada este viernes, el juez concedió un plazo de 48 horas para que la defensa del religioso prepare su estrategia, tiempo tras el cual se determinará si se imputa formalmente por el delito de violación agravada, en al menos tres episodios distintos. Según información de un agente estatal que pidió no ser identificado, Cabrera habría aprovechado su relación de confianza con la familia de la víctima para cometer las agresiones.
La Fiscalía del Estado de México detalló en un comunicado que los abusos ocurrieron en un inmueble ubicado en el municipio de Naucalpan y que se cumplieron los protocolos legales correspondientes para su detención.
En su conferencia matutina, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó que “cuando hay este tipo de delitos, que son muy dolorosos, que se actúe con la ley”, subrayando la importancia de que se garantice la justicia en estos casos.
Por su parte, los Legionarios de Cristo afirmaron en un comunicado que se mantendrán en plena disposición de colaborar con las autoridades durante el proceso. La congregación agregó que, si el sacerdote es encontrado culpable, apoyarán el cumplimiento de la sentencia; en caso contrario, buscarán la restitución pública de su nombre.
Este caso se suma a una larga lista de denuncias por abusos cometidos dentro de congregaciones religiosas en México, un tema que ha generado creciente preocupación en la sociedad y que ha puesto bajo la lupa los mecanismos internos de supervisión y rendición de cuentas de estas instituciones.