Leobardo Aispuro Soto, conocido en redes sociales como “El Gordo Peruci”, fue asesinado a balazos en Culiacán, Sinaloa. El ataque ocurrió en la colonia 21 de Marzo, donde el youtuber se encontraba en compañía de su esposa, quien resultó herida en el atentado.
Según informes preliminares, el creador de contenido fue atacado por desconocidos en la calle Coronel Calixto Peña, en la misma colonia. “El Gordo Peruci” era conocido por los videos que compartía en su canal de YouTube, algunos de ellos mostrando armas de fuego, contenido que lo había hecho popular pero también controvertido.
El asesinato de “El Gordo Peruci” no es un caso aislado. Apenas el mes pasado, Jesús Miguel Vibanco García, mejor conocido como “Jasper”, otro youtuber popular en Sinaloa, fue encontrado muerto en un camino de terracería hacia la sindicatura de Costa Rica, al sur de Culiacán.
“Jasper” había ganado notoriedad por sus videos en colaboración con otros influencers como Markitos Toys, quien presuntamente desapareció hace dos días tras asistir a una reunión con amigos. Vibanco también era investigado por la Oficina de Control de Activos de Estados Unidos debido a sus supuestos vínculos con los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Las autoridades investigan posibles conexiones entre estos hechos violentos, dado que tanto “El Gordo Peruci” como “Jasper” mantenían vínculos cercanos con figuras asociadas al Cártel de Sinaloa. Además, el contenido que ambos compartían en sus redes sociales frecuentemente mostraba armas y un estilo de vida que podría estar relacionado con actividades ilícitas.
La violencia contra influencers y figuras públicas en Sinaloa parece ser un reflejo de la creciente tensión entre grupos delictivos en la región, así como de la exposición que estas figuras tienen en plataformas digitales.
El caso de “El Gordo Peruci” pone nuevamente en el centro de atención los riesgos asociados con la sobreexposición en redes sociales, especialmente en contextos de alta violencia como Sinaloa. Mientras las investigaciones continúan, su asesinato se suma a una alarmante lista de influencers y figuras públicas atacadas en la región, evidenciando la complejidad del vínculo entre crimen organizado y plataformas digitales.