El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves que propondrá a Pam Bondi, exfiscal general de Florida, como nueva titular del Departamento de Justicia, tras la retirada de Matt Gaetz de la carrera para ocupar el cargo. Gaetz, quien inicialmente fue su primera opción, renunció a su candidatura tras enfrentarse a críticas por su implicación en una investigación federal sobre tráfico sexual.
El congresista republicano Gaetz, acusado de pagar por sexo a mujeres, incluidas menores, abandonó su intento de asumir la cartera de Justicia, argumentando que las acusaciones en su contra habían generado una "distracción" innecesaria para su confirmación. “No hay tiempo que perder en conflictos innecesarios en Washington”, declaró Gaetz en un comunicado.
Trump, por su parte, reconoció públicamente los esfuerzos de Gaetz, calificándolo como alguien con "un futuro maravilloso", pero las dudas sobre su idoneidad para el puesto llevaron al expresidente a buscar una opción con menos controversias. Bondi, de 59 años, es una figura cercana a Trump desde hace tiempo y fue considerada para el puesto en el primer mandato, pero finalmente se decidió a proponerla ahora, en lo que representa un nuevo paso en la relación entre ambos.
Bondi ha sido una aliada leal de Trump desde 2016, cuando lo respaldó de manera abierta en las primarias republicanas en Florida, por encima del senador Marco Rubio. Su apoyo fue destacado durante la Convención Nacional Republicana de ese año, cuando se unió a los cánticos de "Enciérrenla" dirigidos a Hillary Clinton, su rival demócrata.
Tras la elección de Trump, Bondi integró su equipo de transición y más tarde fue presidenta del America First Policy Institute, un grupo de expertos vinculado al expresidente. Durante su carrera, Bondi se destacó como fiscal general de Florida entre 2011 y 2019, donde fue una firme opositora de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (Obamacare) y promovió iniciativas para combatir la trata de personas.
Además, Bondi formó parte del equipo legal de Trump durante su primer juicio político en 2020, ayudando a diseñar la estrategia de defensa del expresidente, quien enfrentaba acusaciones de abuso de poder y obstrucción del Congreso. Más recientemente, Bondi ha sido una crítica abierta de las investigaciones penales en curso contra Trump, especialmente las dirigidas por el fiscal especial Jack Smith, a quien ha acusado de politizar la justicia.
La trayectoria de Bondi no está exenta de controversias. En 2013, su decisión de posponer la ejecución de un condenado a muerte para asistir a un evento de recaudación de fondos suscitó críticas, aunque luego se disculpó públicamente. Además, fue objeto de cuestionamientos éticos cuando solicitó una donación política a Trump mientras su oficina evaluaba unirse a una demanda contra Trump University, lo que generó acusaciones de conflicto de interés, aunque las autoridades no encontraron pruebas suficientes para presentar cargos.
Si el Senado liderado por los republicanos confirma a Bondi, la exfiscal general asumirá un rol crucial en la reestructuración del Departamento de Justicia, que podría modificar su enfoque en áreas clave como derechos civiles, cumplimiento corporativo y la justicia relacionada con los seguidores de Trump implicados en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021. Trump ha prometido indultar a muchos de esos seguidores, lo que aumenta la expectación en torno a la confirmación de Bondi y su influencia en el departamento.
