Rebeca García ha adquirido notoriedad en Venezuela, pero de una manera lamentable: debido a su continuo hostigamiento hacia otras personas, especialmente mujeres. Conocida como la "acosadora de El Hatillo", varias jóvenes venezolanas han señalado su comportamiento intimidatorio, el cual ha escalado desde mensajes de texto y correos electrónicos hasta acciones más intrusivas.

Las acusaciones contra Rebeca han resonado fuertemente en las redes sociales, revelando un patrón de acoso tanto en el mundo digital como en su vida cotidiana.

El caso tomó más relevancia cuando Anny de Trindade, comunicadora, compartió en su perfil de una red social una denuncia sobre Rebeca García, afirmando que esta última "ha pasado su vida hostigando a mujeres inocentes". Según Trindade, la denunciante ha sufrido constantes llamadas, mensajes amenazantes en diversas plataformas digitales, e incluso ha recibido regalos en nombre de la presunta acosadora.

A Trindade se han unido más jóvenes víctimas de Rebeca, quienes han recurrido a las autoridades locales, enfrentándose a obstáculos debido a presuntos trastornos psiquiátricos de García.

Sin embargo, luego de siete años de actuar con impunidad, el fiscal general Tarek William Saab anunció a través de redes sociales que el Ministerio Público ha designado a las Fiscalías 56 y 66 Nacionales para investigar y sancionar los hechos ocurridos en El Hatillo. Saab señaló que tanto Rebeca como su hermano estarían involucrados en múltiples incidentes de hostigamiento hacia mujeres y niños.

El fiscal afirmó que han recibido cuatro quejas oficiales sobre estas personas y anunció que ya se ha emitido una orden de aprehensión contra Rebeca García y su hermano Francisco García, por delitos como Promoción o Incitación al Odio, Exhibición de Pornografía de Niños, Niñas y Adolescentes, y Agavillamiento.

Este caso pone de relieve la importancia de abordar el acoso de manera firme y la necesidad de proteger a las víctimas de estos comportamientos dañinos en la sociedad.