En la región fronteriza de San Luis Río Colorado, al noroeste de México, agentes de la Fiscalía General de la República descubrieron un narcotúnel excavado con mano de obra, diseñado específicamente para cruzar drogas e indocumentados por debajo del muro fronterizo entre Sonora y Arizona.

Según el informe oficial, elementos de la Policía Estatal de Seguridad Pública, en coordinación con oficiales de migración del 'Border Patrol' del grupo Enlace, localizaron y aseguraron una excavación a un costado del muro fronterizo el primero de mayo.

El pasadizo tenía una longitud de menos de cinco metros, lo justo para atravesar por debajo del muro fronterizo de acero construido en el desierto de Sonora, una zona disputada actualmente por facciones del Cártel de Sinaloa para el trasiego de droga, armas, dinero y migrantes indocumentados.

Aunque las autoridades no han reportado la detención de ningún sospechoso ni la incautación de drogas tras el hallazgo, junto al sitio del descubrimiento se encontraron diversas herramientas utilizadas para la excavación, como palas, barras y cubetas, cubiertas con hojas de madera y maleza propia de la región.

Tras procesar la escena para recabar las evidencias del caso judicial, los agentes procedieron a inhabilitar la excavación, cubriéndola con tierra utilizando una retroexcavadora. El Ministerio Público Federal inició la Carpeta de Investigación correspondiente y realiza los trámites legales para el esclarecimiento de los hechos.

Este descubrimiento se suma a la larga lista de narcotúneles encontrados en la frontera entre México y Estados Unidos. Desde 1990, más de 230 pasadizos clandestinos han sido descubiertos, la mayoría en el estado de Sonora en la región de Nogales, que colinda con Arizona. Uno de los narcotúneles más grandes fue descubierto en enero de 2020, entre Tijuana y San Diego, con características sofisticadas como iluminación, aire acondicionado y un sistema de transporte de drogas similar al de la minería.