Tras siete días intensos de velocidad, con más de 3,900 kilómetros de recorrido, concluyó la edición XXXVI de La Carrera Panamericana en la que Hilaire y Laura Damiron conquistaron la victoria de esta legendaria competición y levantaron las manos como vencedores absolutos al cruzar el arco de meta final en Nuevo León.
A la Macroplaza de Monterrey llegaron cientos de aficionados del automovilismo quienes celebraron y aplaudieron la hazaña de los pilotos, al mismo tiempo que trataban de acercarse a los ganadores para obtener una firma o tomarse una foto.
Durante las siete etapas de la carrera, la dupla de los Damiron mantuvo la persistencia y el ritmo para ubicarse entre los primeros cinco lugares de cada día, lo que hoy rindió frutos para que recibieran su segundo título de La Panamericana.
Fue en 2009 que el piloto de origen francés comenzó a participar en el que es considerado el evento de velocidad tipo rally en carretera más importante y de mayor recorrido en el mundo; en 2015 corrió por primera ocasión al lado de su esposa, de origen brasileño, como navegante, quedando en segundo lugar absoluto; y un año después, en 2016, alcanzaron la tan ansiada primera posición con un recorrido de Querétaro a Durango.
Los años siguientes, -en 2017, 2018 y 2020- estuvieron cerca de repetir quedando a sólo una posición de la gloria, que hoy finalmente celebran por segunda ocasión, en territorio regiomontano.
El matrimonio participó en la categoría Turismo Mayor en un vehículo Studebaker Champion color verde, modelo 1954, conocido como El Comander, y a su paso a través de Veracruz, Oaxaca, Ciudad de México, Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes, San Luis Potosí y Nuevo León fue ganando las simpatías y el cariño de los amantes de los autos y del público en general.
Luego de la falla mecánica de “El Malditillo” que los obligó a abandonar el día tres de competencia, el potosino Ricardo Cordero y Marco Hernández remontaron de manera extraordinaria en la tabla de resultados acumulados, sin embargo su esfuerzo no fue suficiente, y se quedaron con las ganas de ganar su quinta corona consecutiva y la sexta en toda su trayectoria en la Pana.
Por otra parte, el Golden Tiger, tripulado por el oaxaqueño Emilio Velázquez y su navegante Javier Marín, alcanzó un desempeño competitivo con el cual esperaban conseguir su tercer campeonato Panamericano, pero el despiste sufrido en la fecha cinco les hizo perder varios minutos, que ya no pudieron recobrar.
La Carrera Panamericana regresó a Nuevo León tras 16 años de ausencia, en su trayecto de San Luis Potosí a Monterrey las tripulaciones pasaron por Las Crucitas, Iturbide, Linares, Montemorelos y Cascada la Montaña, hasta concluir en Rayones, uno de los tramos de velocidad más desafiantes.
En la entrada del arco de meta de la capital del estado, se llevó a cabo un breve homenaje en memoria del piloto Carlos Alberto Gordoa Álvarez, quien lamentablemente perdió la vida durante el penúltimo día de la carrera, por lo que su escudería encabezó el tren de carrera con el que inició el desfile de autos.
Este año La Carrera Panamericana se vistió de gala con la participación durante toda la ruta de los expilotos mexicanos Adrián Fernández y Luis “Chapulín” Díaz, quien fungió como Grand Marshal; la leyenda de la Fórmula 1, Jo Ramírez, así como el piloto y actor estadounidense Patrick Dempsey, quien corrió las primeras dos fechas y conoció parte de la cultura, biodiversidad y gastronomía de Veracruz, Oaxaca y Ciudad de México.
Hilaire y Laura Damiron recibieron un trofeo conmemorativo que celebra el 70 aniversario de la victoria de Juan Manuel Fangio en La Pana en 1953, cuando el piloto conocido como “El Chueco” logró un tiempo total de 18 horas y 11 minutos a bordo de un Lancia D24. El galardón es una pieza única creada por el artista plástico y escultor argentino Esteban Serassio, que evoca el vehículo con el número de competición 36 con el que participó Fangio.